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Advertencia: Este producto no se responsabiliza por el mal uso del mismo y los daños colaterales que pueda producir en su práctica.
Paso 1°: Sírvase un Whisky, siéntese cómodamente en un sillón de su casa, a oscuras y prendase un cigarrillo.
Paso 2°: Haga un esfuerzo sublime por recordar todos los pequeños detalles del recuerdo mismo que desea olvidar.
Paso 3°: Haga el mismo esfuerzo por no ser melodramático y llorar como un niño al que le negaron un juguete, el capricho nunca es buen aliado de la entereza.
Paso 4°: Deje de llorar, ¡¡¡Por dios!!!
Paso 5°: Ahora, más calmos los ánimos, dediquémonos a repasar los recuerdos con la sensación de querer pegarle por inepto a nuestro jefe, esa es una sensación similar a la del hastío que se presiente cuando algo es inevitable.
Paso 6°: Déle una pitada al cigarrillo que tiene en la mano o déjelo en el cenicero, corre el riesgo de incendiar el sofá.
Paso 7°: Retomando el ejercicio; mentalicemos al recuerdo como si fueran diapositivas, seamos espectadores de las cosas que nos pasaron e indudablemente sentiremos vergüenza por cada uno de nuestros actos, querer olvidar algo es indefectiblemente, reconocer que ya tenemos las pelotas por el piso del recuerdo, esto nos juega a favor, pues si deseamos olvidar algo es porque nos reconocemos como parte culpable de lo que pasó en la situación por olvidar.
Paso 8°: Miremos ahora la hora, se nos ha ido toda la noche y el recuerdo sigue presente, esto es lógico ya que no se puede olvidar algo tratando de recordar que debemos olvidarlo.
Paso 9°: Es hora de hablar de frente; Si leíste hasta acá y pusiste en práctica todo esto, entonces no me queda más alternativa que decirte que sos un idiota y te explico por qué:
No existe el olvido ya que del recuerdo conciente o inconsciente está formando continuamente nuestro presente y lo que somos, tratar de fingir que nos olvidamos de algo o de alguien es caer en la hipócrita soberbia de pensar que somos autosuficientes de los sucesos de la vida que nos rodea.
Desde el aleteo de una mariposa hasta el tifón en las islas Hawaianas es algo que directa o indirectamente nos marcará en mayor o menor grado, así que date cuenta que cuanto más busques el olvido, más te perderás de tu presente viviendo de tu pasado y así, estarás prácticamente muerto en vida.
No gastes tu energía en buscar el olvido, este mismo llegará al ser suplantado por nuevas expectativas, ¿Qué como se sobrelleva al recuerdo?, sólo queda el tiempo como esperanza de redención para nuestras penas.
El resto, es aprender a vivir con lo que nos toca en el presente.
Déle tiempo al mismo tiempo, este se encargará de desmitificar a los falsos ídolos que formó nuestro idealismo y veremos al recuerdo en blanco y negro o simplemente con la pobreza que comprende en sí, la simple pobreza de ser un pasado que no tuvo la fuerza de mantenerse como presente, la sombra de un gigante que no era más, que la tristeza arrogante de un gusano.
Paso 10°:Tómese el whisky servido y váyase a dormir que ya es tarde para añoranzas vanas.
Paso 1°: Sírvase un Whisky, siéntese cómodamente en un sillón de su casa, a oscuras y prendase un cigarrillo.
Paso 2°: Haga un esfuerzo sublime por recordar todos los pequeños detalles del recuerdo mismo que desea olvidar.
Paso 3°: Haga el mismo esfuerzo por no ser melodramático y llorar como un niño al que le negaron un juguete, el capricho nunca es buen aliado de la entereza.
Paso 4°: Deje de llorar, ¡¡¡Por dios!!!
Paso 5°: Ahora, más calmos los ánimos, dediquémonos a repasar los recuerdos con la sensación de querer pegarle por inepto a nuestro jefe, esa es una sensación similar a la del hastío que se presiente cuando algo es inevitable.
Paso 6°: Déle una pitada al cigarrillo que tiene en la mano o déjelo en el cenicero, corre el riesgo de incendiar el sofá.
Paso 7°: Retomando el ejercicio; mentalicemos al recuerdo como si fueran diapositivas, seamos espectadores de las cosas que nos pasaron e indudablemente sentiremos vergüenza por cada uno de nuestros actos, querer olvidar algo es indefectiblemente, reconocer que ya tenemos las pelotas por el piso del recuerdo, esto nos juega a favor, pues si deseamos olvidar algo es porque nos reconocemos como parte culpable de lo que pasó en la situación por olvidar.
Paso 8°: Miremos ahora la hora, se nos ha ido toda la noche y el recuerdo sigue presente, esto es lógico ya que no se puede olvidar algo tratando de recordar que debemos olvidarlo.
Paso 9°: Es hora de hablar de frente; Si leíste hasta acá y pusiste en práctica todo esto, entonces no me queda más alternativa que decirte que sos un idiota y te explico por qué:
No existe el olvido ya que del recuerdo conciente o inconsciente está formando continuamente nuestro presente y lo que somos, tratar de fingir que nos olvidamos de algo o de alguien es caer en la hipócrita soberbia de pensar que somos autosuficientes de los sucesos de la vida que nos rodea.
Desde el aleteo de una mariposa hasta el tifón en las islas Hawaianas es algo que directa o indirectamente nos marcará en mayor o menor grado, así que date cuenta que cuanto más busques el olvido, más te perderás de tu presente viviendo de tu pasado y así, estarás prácticamente muerto en vida.
No gastes tu energía en buscar el olvido, este mismo llegará al ser suplantado por nuevas expectativas, ¿Qué como se sobrelleva al recuerdo?, sólo queda el tiempo como esperanza de redención para nuestras penas.
El resto, es aprender a vivir con lo que nos toca en el presente.
Déle tiempo al mismo tiempo, este se encargará de desmitificar a los falsos ídolos que formó nuestro idealismo y veremos al recuerdo en blanco y negro o simplemente con la pobreza que comprende en sí, la simple pobreza de ser un pasado que no tuvo la fuerza de mantenerse como presente, la sombra de un gigante que no era más, que la tristeza arrogante de un gusano.
Paso 10°:Tómese el whisky servido y váyase a dormir que ya es tarde para añoranzas vanas.
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