11 agosto, 2025

No, no te creo


No te creo, no importa lo que hagas ahora para remediar el daño que produjiste; me importa lo que hiciste antes para que llegásemos a este momento.

A veces un "Lo siento" no basta.

¿De que sirve que pongas una misera curita al abrir de nuevo semejante tajo?


Lobo.



09 agosto, 2025

 Historia de la princesa y el sapo


dom, 3 jun 2007, 20:09
Todo comenzó un día en que nació una bella doncella, su hermana, 
 la cuál era terrible culebrona envidiosa y le faltaba un grano mas 
para recibirse de choclo la maldijo profetizando
- "amarás a quién no te ame y por mucho que te esfuerces 
nadie te va a amar, zoqueta"-
Y así fue que la princesa siendo a la tierna edad de los quince años, 
era un terrible minón en potencia, y sin embargo no le daba pelota 
ningún chongo y ella, amando a todos los que no le daban pelota,
 se convirtió en flor de trola.
Zeus, quién sufría de unos pedos terribles, hacía bramar el Olimpo 
con sus sonidos y su aroma descomunal, así que erase que una vez,
 habiéndose silenciado su colon inmortal, mirose el trasero  
(nadie sabe bien por qué ni cómo lo logró) y mas allá, en las lejanías
de la tierra, vio él a esta pobre princesa doblegada en postrer 
de un vil muchacho que prometía amor eterno a cambio 
de una sobada patria (algunas minas creen esos cuentos),
indignado y un tanto envidioso de la suerte (de ella que le sobaba
el ganzo al nene, porque Zeus medio que se la morfaba y por eso
no había tapón que le cerrara el orto, al menos eso dicen las malas lenguas).
Bue... Lo cierto es que mandó un contra hechizo, 
y como no podía hacer que alguien humano quiera a la pendeja 
(no porque sea fea, sino porque tenía fama de puta), 
entonces mandó a un sapo a que le haga compañía.
O sea, la cuestión acá, es que si bien el sapo era un bicho, 
la princesa, si bien al principio sintió repulsión prontamente se encontró
encantada al oír que el sapo, no sólo croaba sino que además, 
era profesor de literatura, eructaba después de manyarse alguna mosca
y se tiraba algún que otro flato citando a Nietzsche.
Era un dandi este gringo.
Así fue que la amistad cada vez fue siendo mayor, princesa y sapo
se iban a retozar por los campos de oro mientras Sting se fumaba un paco
y componía letras, pintaban bigotes y "puto el que lee" en los afiches 
de las modelos, tocaban campanas en las casas y salían cagando.
La princesa sentía que junto al sapo, podía ser ella misma... 
No le jodía eructar en la mesa ni tirarse un "sordito", 
no le jodía chorrear sangre cuando estaba en "esos días" ni mucho menos, 
que la sangre se le secara en los pelos sin afeitar de la entrepierna.
Es mas, el sapo exclamaba alegremente al verla en ese estado :
"¡¡COMO ME BAJARÍA UNOS FIDEOS CON TUCO, MI DIO´!!!!
Ella reía y todo era felicidad.
Mas el sapo sin entender como, cada vez que la veía, sentía mariposas 
revoloteando en su estomago (es probable que esto se debiera al hecho 
de que se las comía vivas), pero como era un romántico, 
prefería creer que estaba enamorándose de ella, 
convengamos que el hechizo servía para humanos, 
no para sapos letreados y con lentes y por estas alturas, 
la princesa tenía 18 años y era terrible perra en celo.
Lógicamente, como pasa siempre que uno se enamora de una mina 
con la que hay mucha piel, la mina le saltó con el clásico.
- "HAY, PERO YO TE QUIERO COMO UN AMIGO!!!!".- 
Mientras se cambiaba la tanga delante del sapo.
Este, que no era ni lerdo ni perezoso, salto de la ventana a la cama, 
no con las patas precisamente al sentir tal erupción al verla en bolas
y al grito kamikaze de "TE ROMPO EL CULO!", dejó al descubierto terrible 
matraca festiva y poco intelectual.
La princesa, sorprendida quedó atónita y con un hilo de baba en la comisura
de su boca, respiro hondo y...
Cantó el gallo
Cayó la bomba atómica
Jebus se tiro un sordito
María se violo al espíritu santo
Y el burro de Shreck se empomó a tu hermana.
Pucho después, la princesa comprobó algo, medio avergonzada
que No le había dado ni siquiera un pico al sapo, pero a este no le importaba, 
estaba con la japi metida en una cubetera llena de hielo.
"Sapo, déjame besarte, yo te quiero..." Exclamó.
El sapo la miro y pronunció solemnemente, como quién profesa su mayor dogma:
"Pero tómatelas, chiruza!!!! ya tá, polvo hechado amor terminado... 
Me voy a jugar un fulbo con Antz, los de bichos y el oso Arturo, PUTA!!!!"
Y así queda esta triste historia, de la princesa que se enamoró de un sapo, 
creando así la zoofilia, de un Dios puto y de los seres humanos, 
que sean la raza que sean, terminamos siempre queriendo 
echarnos un polvo y nada mas.


                                                         Lobo.

06 agosto, 2025

Silencio

                  Pidió a todas las voces

a todos los clamores

    al mundo entero

             Dentro de sus caóticas

Diagonales.

      Buscando paz

tapó sus oídos

      cerró sus ojos

            ocultó su corazón.

Y ahora deambula

       como un fantasma

            por las calles sin nombres

                 (ecos de una eternidad)

    Buscando una esquina

          susurrando un nombre

               llorando un rostro

 recordando un olvido

Y olvidando un  

              presente.



                                      Lobo

04 agosto, 2025

 "Ahora que lo pienso, nunca supe de un verdulero que conquistara a una modelo. ¿Será que el amor se divide y no mezcla clases sociales y depende más del status cuo que de la pasión?

Abrite y sacalo afuera Faca, no lo dejes dentro porque va a seguir pudriéndose y enajenando el alma como tantas otras cosas que te guardas y te queman por dentro, pero ¿Cómo se hace para seguir adelante con algo que te llena  de amargura y te deja a la vez tan vacío?

Nunca, pero NUNCA hay que mendigar amor y sin embargo los cambios no pueden venir siempre de uno, son esos pequeños detalles los que le dan mística a una receta... Y también los que la pueden arruinar. Amar es un arte que hay que cuidar. 

El otro día hice una prueba, me dije - Salgamos de esta rutina- y tomé el control del sexo como hacía tiempo no lo hacía, jugué con mis dedos sin despertarla, invoqué el poder que tienen mis manos y sin tocarla le hacía erizar toda la piel, la penetré despacio, fuerte, cuando despertó la dejé tomar el control y después se lo quité para controlar nuevamente la situación. La cambiaba de posición de a ratos, sé que cada postura toca ciertos puntos del cuerpo y hacen explotar a cualquiera. Si hay algo que sé a ciencia cierta, es que el tiempo me volvió un experto en reconocer tácticas y estrategia en el arte de amar. Controlé mis impulsos y mi urgencia; se trataba de gozar haciéndola volar a ella... Y dio resultados positivos. Podría haber durado aún más, me conozco, pero me dejé llevar por mis pensamientos y deseos de acabarle en la boca, la cara, las tetas, el culo, todo estaba permitido y eso me volvía loco pero exploté dentro de su concha como de costumbre y quejas no hubo, fue un estallido mágico, parejo, de esos que te dejan sin aliento y con las piernas dormidas. Y ahí estábamos después, tratando de recuperarnos en el que con tono entrecortado le pregunté -¿tenés idea de cuantos fueron?- y con una sonrisa de satisfacción me soltó así sin más- Hasta donde recuerdo, unos 23 polvos-.

Ok, el problema no soy yo, si te hago gozar como una perra y aún sabiendo lo mucho que te gusta que te coja, no sos capaz de buscarme o al menos esperarme en la cama en pelotas. Entiendo que tenés traumas, que te cuesta dar... Pero no te costaba con el otro.

Yo cambié mucho, te perdoné heridas que cada tanto sangran y que sin querer, con minucias te encargas de volver a abrir pero, hey, todo cambio no puede venir de mi solamente, o nos adaptamos ambos y te das cuenta que tu cansancio me cansa y te pones las pilas, o veo un futuro negro para esta relación..."



                                                                     Lobo

09 julio, 2025

                                                         


                                      no es para vos (7)


Hoy es uno de esos días en que no puedo dejar de sonreír, no porque todo me salga bárbaro sino porque justamente es todo lo contrario. Días como el de hoy son esos que uno por dentro no deja de mandar a la mierda todo y por fuera pones tú mejor cara de póker y decís a todo "Ah ¿Si? pero mira vos que bien!!!"

No quiero, la verdad es que ya no quiero tener esa paciencia ilimitada que me caracteriza y que me hace parecer un buen y adorable tipo y de golpe te veo y ahí estás después de tanto tiempo y venís y me decís esto y yo me quedo medio con un rictus entre "¡¡Ah pero mira vos que bueno!!" y adentro todos los cables pelados y me digo ya que estamos, porque Dios mío también no me pegas un tiro en los huevos ¡¿eh?! Y ahí seguís vos, contándome estas cosas y yo pensando en que no te vayas, no ahora, dame una oportunidad para tener fe, para soñarte, para creer que sos vos y después, equivocarme y sufrir mansamente hasta resignarme al olvido siempre tan cargado de recuerdos.

En fin, ahí estás vos y de pronto sólo me queda levantar la guardia y querer salir corriendo y no pensar y no sentir y desear no volver a desear y nos veo vos también, tan hermosa como la primera vez que te vi y yo tan boludo como siempre y cuando quiero, cuando me decido finalmente a pedirte que no te vayas, me encuentro uniendo cables en medio de mi oscura soledad y vos, tan ausente de mi que ya te has vuelto invisible en mi presente.

Pero al menos me queda tú perfume y esa sonrisa triste en mi pasado que te recuerda y que aún ahora añora, después de tanto tiempo... 

Que no desaparezcas

nunca más.


                                                                          Lobo

05 julio, 2025

                                                                No es para vos (6)


Prendí un cigarrillo y miré el reloj, tanto como la una de la mañana, y que extraño es que hace tan poco había corroborado el horario y eran las 17,00 horas.

Es increíble como pasa el tiempo a veces, cuando uno está ensimismado en sus asuntos, en sus sueños, miedos o esperas. O en las dudas; a tu salud querida lágrima, Beberé para olvidarme, u olvidarte o para aplacar las voces; esas fatídicas voces que saben tan bien donde clavarse en mi, cuando estoy así.

No hay Dios o Diablo con ellas, sólo lobos y perros, unos más crueles que los otros pero tan parecidos, que no sabría decir quién gana. Pero todos concuerdan en una cosa: "Siempre el peor infierno es del que ríe." Y yo río a carcajadas, a sonrisas y a llantos. Más una noche como ésta, que debería ser tan preciosa al no hacer frío.

Pero que hiela tanto con tu ausencia.

Perdóname cielo, perdóname por no haber sabido ser lo que deseabas que sea y que sea esto que ves frente a vos, una vil imitación de mi mismo que otra vez, se mutila y enajena, se conmueve en la estática y que sigue teniendo esa mirada dual: un ojo triste y el otro noble y una sonrisa aniñada que tanto te suele derretir.

Perdóname por hacerte llorar y que todo un aguacero de melancolía y tristeza nuble tu altura y se desparrame por el suelo, perdóname por envidiar tu suerte, de que más de tres míseras lágrimas se desprendan de ti. Y no de mí.

Nadie sabe la suerte que suele tener de poder expresar su dicha o su tristeza, yo solamente sé ser irónico y reírme de...¿De qué? No lo sé, simplemente río porque creo que aprendí al revés las cosas: como los payazos. Aprendí a reír cuando quiero llorar, aprendí a parecer "macanudo" cuando soy un solitario. Aprendí a escribir por las noches y callar durante el día. Aprendí a odiar, porque amar duele demasiado.

Así que acá me ves, en tus sueños sonámbulos; en tus días sin noches en tu mirar sin ver. Acá me ves; mirarte mirarme mirándote. Y este silencio, y esta sonrisa, y este "está todo bien" cargado de ansiedad y griterío dentro mío, te es ajeno. 

Yo te veo y vos no podés más que por mis letras y mejor así, porque si de verdad me vieras, te daría lástima y no hay peor cosa, que mendigar amor.

Ya no espero más que ver girar la rueda de la fortuna hacía mi lado, y que emerjas expectante y dichosa; alejando los malos hábitos y las brujerías profanas. Que el verdadero amor renazca de las cenizas y que esté ahí, sea quién sea, a quién he buscado por tantos siglos, en esta y en todas mis vidas.

Que resurja como bálsamo, como música en las alas, como vuelo en el horizonte y que esta vida hasta ahora conocida, sea un mal sueño dentro de un sueño y Vos, fragmento de mi alma desgarrada, tomes en tus brazos mi cuerpo agotado y completes el ciclo para terminar con esta milenaria soledad.




                                                                           Lobo

04 julio, 2025

                                                     



                                         No es para vos (5)


Y acá me ves, sé que es inútil que espere mirando el teléfono: No llamarás otra vez. Y por eso puedo decir que esto no es para vos, porque si lo fuera me leerías interesada, quizás para ver de que color son mis entrañas o quizás, para observar mejor el color del cuchillo con el que me las has desgarrado, pero, como sea, esta es una historia vieja para mi, repetida como la serpiente que se come a sí misma por siempre y ya, yo no soy ese que antaño quemaba todas las lágrimas sin derramar una sola gota, quizás porque aprendí que las lágrimas caerían y eso no cambiaría las cosas o tal vez porque ya estoy seco de este tipo de sentimientos.

Mentiría si dijera que ya no quiero sentir, pero estaría acertado al decir que quisiera que mi sentir fuese diferente.

Ya ves; esta es otra de esas charlas que jamás te dedicaría porque no te importaría a vos o a mí. Son palabras vacías cargadas de mucho, mucho que no se dice, mucho que se grita sin un sólo sonido, mucho de lo mismo: mucho de nada.

Soy esto que ves y no, mi historia es lo que me hace quién habla, puede gustarte o no, pero quizás lo más cierto; es que esto no sea para vos. Eterna cajita de sorpresas envenenada que quema, mutila y lastima a aquellos que se atreven a abrirse ante mi. Quizás esto no sea para vos, quizás yo no sea para vos y, como tantas veces a lo largo de nuestras vidas, volvamos a pasar de largo una vez que nos hemos cruzado.



                                                                        Lobo